Capitulo 6 del libro: “La Ceguera, Orientaciones prácticas para la educación y la rehabilitación del ciego” Varios Autores. Colección Rehabilitación. Serie Cuadernos prácticos. SEREM Ministerio de Sanidad y Seguridad Social. Madrid 1979

 

6. El empleo

Antonio Vicente

El problema nuclear para la mayoría de los minusválidos es de recomposición de la entidad personal y, en este sentido, y en proporción directa a su grado de lucidez, fundamentalmente de empleo. Ello debería inspirar la actuación de los organismos responsables y, por encima de tecnicismos estériles y actitudes paternalistas, encaminarles a buscar soluciones prácticas a los problemas concretos planteados.

Dentro del colectivo que genéricamente se etiqueta como «ciegos» es preciso desprender el grupo de los deficientes visuales y el de los plurideficientes, cuyas circunstancias específicas amplían y recortan respectivamente sus oportunidades laborales, y merecerían un tratamiento independiente.

La problemática laboral de los «simplemente ciegos» —grupo numéricamente decreciente, que incluiría a los ciegos totales tanto como a aquellos que cuentan con un residuo visual escaso— tiene características propias con respecto a la de otros sectores de discapacitados.

El carácter de la disminución, cuando no se presenta asociada a otras deficiencias, no supone ningún condicionante esencial al desarrollo intelectual, dada la existencia de técnicas como el Braille, instrumento de educabilidad complementado por otros medios cada vez más perfeccionados, que prácticamente sitúan el techo formativo de los no videntes al nivel de las personas válidas.

La índole de la discapacidad limita, en cambio, el campo de las oportunidades laborales a unas cuantas alternativas perfectamente compatibles con las capacidades residuales. De lo anterior se deduce la necesidad, específica de este colectivo, de una temprana orientación profesional que permita una capacitación cuidadosa dirigida a conseguir niveles de preparación superiores a los de la media del personal vidente homólogo.

Uno de los principales problemas con que se tropieza para el empleo de trabajadores ciegos en un medio laboral normal, es la dificultad, acentuada en este caso con relación a otros minusválidos, de intercambiar funciones o realizar labores complementarias ajenas a las específicas del puesto de trabajo; por ello, hay que insistir en la necesidad de un estudio minucioso de las tareas a ejecutar en cada puesto de trabajo y de contar con un eficaz servicio de readaptación profesional, que garantice la estabilidad laboral sin que el invidente ocasione perjuicios a la empresa.

LA SITUACION EN ESPAÑA

La problemática del empleo de los ciegos en nuestro país viene enmarcada por unas coordenadas estructurales que la limitan en el sentido que a continuación intentaremos describir y cuyo signo es preciso alterar con carácter previo a todo replanteamiento en esta materia.

La venta del Cupón, un condicionamiento estructural

Concebido el Cupón Pro-ciegos como una ocupación excepcional y transitoria, solución profesional para los ciegos laboralmente irrecuperables, los condicionamientos reales y la inercia institucional produjeron una desviación con relación al planteamiento del Decreto de creación de la O.N.C.E. de 13 de diciembre de 1938, en el momento de su desarrollo reglamentario. Aunque se carece de datos sobre las sucesivas promociones de alumnos salidos de los colegios de la O.N.C.E. y los correspondientes porcentajes de vendedores de cupón, puede afirmarse, por un procedimiento indirecto —las cifras de incorporaciones profesionales netas  que éstos se han mantenido en unos niveles casi estables a lo largo de los últimos cuarenta años. Si tenemos en cuenta que, por un lado, las demás colocaciones logradas (telefonistas, fisioterapeutas, trabajadores en la industria y otras) no pasan de 250, a los que habría que añadir cien profesores en los colegios de la O.N.C.E. y en torno al medio millar de funcionarios Jefes Administrativos de la misma, y, por otro, que la población escolar supera los mil alumnos en los cuatro colegios, y que, finalmente, el número total de vendedores sobrepasa los 11.000, es fácil colegir que la venta del Cupón ha sido durante estas décadas la ocupación natural y mayoritaria de los ciegos españoles, a pesar muchas veces de su preparación y titulación.

Más grave aún es que este rasgo no muestra hasta la fecha signos claros que anuncien un cambio.

Estamos, pues, ante una incapacidad estructural cualitativa y no simplemente ante unos logros cuantitativamente insuficientes, con la circunstancia de que se ha contado con unos medios similares o superiores a los de cualquier organización para ciegos del mundo.

Por otro lado, la práctica incompatibilidad de una política de promoción profesional con la línea actual de la O.N.C.E., plasmada en el papel que el Cupón juega en la misma, se ha puesto de manifiesto en bastantes abandonos de las colocaciones conseguidas para dedicarse a la tarea mucho más fácil y económicamente más rentable de la venta del Cupón. Para los años 40, incluso los 50, la solución del problema económico de los ciegos constituía un logro que, institucionalmente, explica el inmovilismo. Individualmente, el Cupón era un estímulo poderoso que colmaba en buena medida las aspiraciones de aquellas generaciones de jóvenes ciegos. En la España de 1978, por el contrario la venta del Cupón ha perdido gran parte de su virtualidad estimulante y gratificadora del ciego concreto y de su familia, y ha crecido el desfase de ese planteamiento respecto a los valores sociales que genera el desarrollo económico y cultural de nuestra sociedad.

Durante cuatro décadas el Cupón cumplió fundamentalmente dos funciones: instrumento de financiación exclusivo de la Organización y solución masiva económica-ocupacional para los ciegos españoles. Dentro de una perspectiva actualizada, el Cupón debería ser más bien : la solución económica y ocupacional para los ciegos profesionalmente irrecuperables; una garantía transitoria de subsistencia y suficiencia económica para los ciegos capacitados para el ejercicio de una profesión, mediante modalidades específicas y con arreglo a supuestos expresamente regulados; un medio no exclusivo de financiación de las actividades de promoción del ciego llevadas a cabo por la O.N.C.E., según los recursos que se deriven para la Entidad, supuesta la aplicación de los criterios anteriores.

Con ello se trataría no sólo de eliminar uno de los obstáculos estructurales más graves para una adecuada política de empleo, sino de convertir la venta del Cupón en un mecanismo flexible de apoyo a esta política.

PROFESIONES EJERCIDAS POR CIEGOS EN ESPAÑA

En este epígrafe se intenta describir a grandes rasgos la situación profesional de los ciegos españoles al margen de la venta del Cupón.

Funcionario Jefe Administrativo en la O.N.C.E.

Ejercida por más de medio millar de ciegos, es, después de la venta del Cupón, la ocupación numéricamente más importante. Las condiciones de acceso a este Cuerpo son sustancialmente diferentes a las de sus homólogos de la Administración Civil del Estado. El contenido del puesto supervisión del trabajo burocrático  es escasamente compatible con las aptitudes específicas del no vidente. En realidad se sitúa en una línea benéfico-asistencial que se caracteriza por dar una solución económico-ocupacional al ciego, aunque sea en puestos no demasiado reales. Llenar de contenido y asignar una parcela de gestión acorde con la nueva línea que se propone a estos profesionales, muchos de ellos capaces y preparados, sería una tarea apasionante, económica y socialmente muy rentable, incluso para la misma Organización.

Profesor en centros de educación especial de ciegos.

Son alrededor de cien. Es una de las alternativas en sí más reales y de mayores posibilidades para el ciego. Sin entrar en la polémica sobre la conveniencia de que sean o no ciegos los profesores de los colegios especiales, y aun optando por la primera posibilidad, ha de supeditarse al criterio de eficacia y ajustarse a los cambios reales que se vayan operando : metodológicos, de alumnado, etc., sin olvidar que, en todo caso, los colegios lo son de alumnos ciegos y no de «profesores ciegos», entendido el término en su sentido legal vigente, que incluye en cierto modo a los amblíopes.

Fisioterapeuta

Se trata de una profesión especialmente adecuada a las capacidades residuales del ciego, en la que han alcanzado grandes éxitos los ciegos de otros países, singularmente Francia e Inglaterra, en los que se dispone de una estructura formativa completa. Fue iniciada en España en la pasada década, de una manera muy acertada y a pesar de que el número reducido de profesionales actualmente en ejercicio no llega al medio centenar, se puede decir que su preparación ha dejado el camino cualitativamente expedito a ulteriores generaciones. Las favorables perspectivas del mercado y la preparación, superior a la media del profesional vidente, son en este caso las razones del éxito. Y todo ello sin perjuicio de los problemas actuales de quienes optan por este camino : dificultades de reconocimiento de su título, insuficiencias de los servicios de colocación, que afortunadamente subsana la misma demanda existente.

Telefonista

De gran tradición e idoneidad para ser desempeñada por el ciego, fue introducida también en la pasada década con la creación de la correspondiente Escuela de Formación. Los logros alcanzados —en torno a 70 profesionales en dependencias de la O.N.C.E. y un número similar en otros organismos y empresas— resultan francamente insuficientes. Las condiciones del mercado, lo adecuado del trabajo para el no vidente, el superior nivel formativo de partida de las aspirantes con respecto a la media del profesional vidente, son circunstancias que deberían permitir un mayor flujo de colocaciones.

La situación podría mejorarse mediante una temprana orientación profesional desde los colegios, insistiendo en aspectos como los idiomas y la mecanografia, que pueden actuar como méritos profesionales para los telefonistas ciegos. Se podrían extender y flexibilizar los cursillos, y hacer más dinámico y agresivo el servicio de colocación, así como gestionar un cupo de reserva en favor de estos profesionales en organismos y servicios públicos. Y, por supuesto, sin restringir al sexo femenino este tipo de trabajo.

Trabajadores industriales

En España se inició esta vía con la creación del C.F.R.P.I. (Centro de Formación y Rehabilitación Profesional Industrial). Los resultados han sido escasos. Incluso algunos que alcanzaron un empleo en empresas de régimen normal abandonaron su trabajo para dedicarse a la ocupación mucho más rentable y libre de la venta del Cupón.

En cuanto al llamado Taller B, especie de Centro de Empleo Protegido que ha intentado paliar las dificultades de empleo, arrastra una vida más bien lánguida a causa de falta de rentabilidad y agresividad comercial. Sin embargo, la situación del empleo industrial de ciegos y deficientes visuales en otros países (v. gr.: URSS: 13.000 puestos en plantas industriales del Estado; 57.000 en industrias protegidas; Inglaterra: 10.000) avala la capacidad del ciego para un trabajo en este sector de la producción.

OTRAS PROFESIONES VIABLES

Profesiones de grado superior

Se trata de una serie de alternativas, cuyo denominador común con respecto a su posible ejercicio por un ciego, es el no presentar diferencias significativas con relación a un profesional vidente, una vez resueltos ciertos problemas materiales y técnicos. Si la aptitud mayoritaria de los ciegos lo permitiera, cabría pensar en orientarles masivamente hacia soluciones de este carácter; desgraciada y lógicamente no es así, y hay que convenir en que, a pesar de su idoneidad específica, sólo será un camino viable para un número limitado de no videntes. De entre ellas cabe destacar:

Profesor en centros docentes.—Dejando a un lado la docencia universitaria, que no plantea dificultades legales, y cuyos problemas prácticos están muy en relación con los propios de la actividad investigadora, la docencia en centros educativos normales es una de las opciones más realizables en un futuro esperemos que próximo. La experiencia de otros países de nuestra área cultural y, singularmente los logros del modelo italiano —más pertinentes por referirse a una realidad social y económica más cercana— permiten fijar, como línea de actuación en esta materia, las acciones legales encaminadas a eliminar cualquier discriminación legislativa en relación con la capacidad de los ciegos en general para la docencia, y a conseguir una normativa que regule positivamente las materias, los niveles y, en su caso, las condiciones específicas a las que ha de ajustarse tal ejercicio. De esta forma se conjugaría la clarificación de las posibilidades reales del ciego en este terreno con la necesaria garantía de la eficacia de los servicios.

Técnico de la Administración Civil del Estado y similares.— Las labores de supervisión burocrática quedan por definición alejadas de las posibilidades del ciego, pero cualquier parcela de gestión que exija una capacitación técnica específica resulta, en principio, asequible. Ahora bien, los aspectos burocráticos de la tarea de estos profesionales deben ser contrarrestados por el empleo a fondo de los medios técnicos que permiten al ciego la agilización .de las tareas administrativas elementales : lectura en negro (Optacón), escritura (dominio de la mecanografía), almacenamiento de información en espacio reducido (Digicassett), codificación y fácil manejo del material informativo (Braillex). Las posibilidades en este campo se clarificarían con una clasificación de los cometidos y puestos de trabajo accesibles para el ciego dentro de la Administración, y el establecimiento de la obligatoriedad y reserva de estos trabajos para aquellos invidentes que superasen las pruebas generales de acceso a los respectivos Cuerpos.

Profesiones liberales.— Distinta es la perspectiva de aquellas profesiones de ejercicio liberal, en las que no están prefijadas las condiciones de realización del trabajo, lo que permite al profesional ciego un margen de maniobra mayor al ir construyendo su medio laboral de la manera para él más idónea. La posibilidad del establecimiento individual, así como en régimen de cooperativa, para el ejercicio de la profesión liberal puede verse muy estimulada mediante la puesta a la disposición de los interesados de los medios financieros imprescindibles para materializar estas iniciativas.

Profesiones jurídicas.—En algunos países, como Alemania, ha tenido gran difusión el ejercicio, por parte de los ciegos, de profesiones de esta índole. Exige una sólida preparación en Derecho y unos instrumentos de consulta e información codificada que actualmente ya pueden ser accesibles al ciego. Las cifras en este país, por lo que se refiere al número de juristas, son elocuentes: 40 jueces en tribunales regulares, 17 jueces en tribunales laborales, sociales y financieros, 7 fiscales, 14 abogados, 7 asesores legales de empresa y 66 altos cargos de la Administración Pública; en total, 151 profesionales en este ámbito.

Otras profesiones intelectuales.—Podrían mencionarse, entre otras, la investigación, la profesión periodística, y algunas otras que no ofrecen problemas específicos de suficiente entidad para ser abordados en el marco de esta exposición. Cabría señalar la necesidad de arbitrar un sistema de becas-salario o similares que permita salvar la distancia que media entre la obtención del título universitario y la ocupación de un primer empleo y, a su vez, ayudarse para los gastos complementarios: medios técnicos, pago de lectores, etc.

Profesiones derivadas de estudios musicales

La música, además de instrumento de recreación, es un medio de trabajo y un terreno de actuación docente. El futuro en este campo podría ajustarse a las siguientes líneas generales de acción:

Promover la normativa adecuada para permitir el acceso de profesores ciegos a los centros escolares para impartir las materias musicales, incluyendo el BUP y la segunda etapa de E.G.B., con las condiciones precisas que se establezcan, así como poner los medios para facilitar individualmente esta posibilidad.

En Italia, por ejemplo, la legislación facilita, e incluso promueve el acceso a la docencia musical en centros normales de estos niveles.

Fomentar la creación de agrupaciones profesionales que proporcionen puestos de trabajo reales, buscando, en lo posible, su rentabilidad para garantizar un empleo estable de los músicos ciegos.

Capítulo aparte merece la alternativa profesional que se abre a los ciegos en el terreno de afinación y reparación de pianos. Es necesario, en este sentido, iniciar las gestiones y los estudios precisos para preparar afinadores-reparadores ciegos. La perspectiva en este campo es progresiva y avala la viabilidad de esta profesión.

Profesiones de grado medio

Programador de ordenadores .—Las condiciones concretas en las que este trabajo se realiza, compatibles con las posibilidades del ciego, y supuestas ciertas adaptaciones, como el acoplamiento de una máquina Braille a la terminal del computador, han dado pie a que en varios países, singularmente Inglaterra, se constituya como ocupación muy atrayente y económicamente gratificadora, que no supone estudios superiores aunque exige unas características personales muy definidas: capacidad para la esquematización y ordenación lógica del pensamiento, meticulosidad, etc. Las condiciones del mercado fueron hace diez años óptimas en nuestro país, y es muy probable que, superada la crisis general, asistamos a un relanzamiento del sector dentro de la expansión general del llamado «sector cuaternario». No se puede aplazar más el estudio de un plan específico para abrir este camino profesional: las gestiones con las empresas y entidades relacionadas, los mecanismos formativos específicos, etc.

Profesiones derivadas del estudio de idiomas.—Aunque el dominio de un idioma puede actuar como un revalorizador profesional de carácter general (singularmente pertinente en el caso de las telefonistas, como ya se ha dicho, y de toda la gama de profesiones de tipo intelectual) y su enseñanza constituye una de las posibilidades menos problemáticas en el ámbito de la docencia, quedan algunos caminos derivados del dominio de una o varias lenguas; tales son: traductor e intérprete.

El traductor precisa de las tantas veces mencionados instrumentos técnicos auxiliares, amén de unas cualidades estilísticas que superen el mero dominio del idioma.

El ejercicio de la profesión de intérprete —sin duda viable— tropieza con dificultades importantes: quienes la desempeñan al servicio de organismos internacionales se mueven en unos niveles de cualificación difícilmente asequibles, no ya específica sino numéricamente. Quienes trabajan en establecimientos privados —hoteles– o instituciones culturales y artísticas, realizan su labor en un contexto de funciones que exigen la utilización de un resíduo visual (alternativa para amblíopes).

Secretariado y taquimecanografía.— Alrededor de los mil quinientos profesionales avalan en todo el mundo la posibilidad de dedicarse a este trabajo y alcanzar un rendimiento competitivo en el ejercicio del mismo, con la ayuda, eso sí, de instrumentos auxiliares como pueden ser: el dictáfono, el optacón. Por otra parte existen máquinas que permiten la práctica de la taquigrafía profesional.

Profesiones que requieren estudios básicos

Trabajadores de cámara obscura.—Las condiciones de realización del trabajo hacen del ciego la persona idónea para desempeñarlo. En centros sanitarios —en los servicios de radiología— o en empresas específicas podría encontrarse ocupación siempre que no esté automatizado todo el proceso. En otros países es una profesión habitual en el repertorio de las ejercidas por invidentes; en España ha habido casos de ciegos que han accedido a la misma.

Trabajadores del sector Servicios.—Existen algunos ejemplos de asalariados ciegos que se ocupan en labores relacionadas con este sector, concretamente en los ramos de la alimentación y hostelería (puede servir a este respecto la experiencia norteamericana), pero es preciso determinar con exactitud las tareas peculiares de cada puesto dentro de la cadena del servicio y en su caso el residuo visual necesario para ejecutarlas.

El establecimiento autónomo del discapacitado también será en este sector una fórmula de solución a su problema laboral. En bastantes países —especialmente sudamericanos— genéricamente tercermundistas, en los que el sector servicios no se ha concentrado y sofisticado tanto como en las naciones más industrializadas, un buen número de deficientes visuales ha encontrado una vía profesional en el comercio autónomo. Quedan en nuestro país zonas que reúnen las características descritas, especialmente aquellas en las que el sector terciario está más diversificado o existe alguna modalidad comercial que propenda al «minifundismo», tales como objetos típicos, artesanado, comercios muy especializados (instrumentos musicales, etc.).

Artesanado.— Las labores de cestería, arreglo de sillas, etc., realizadas artesanalmente, o en el seno de Centros de Empleo Protegido
en la actualidad, fueron unas de las primeras que se intentaron en la lucha por el empleo del ciego. No obstante las dificultades que existen desde el punto de vista económico del conjunto del sector artesanal las perspectivas del mercado están mejorando y son potencialmente favorables, aunque exijan una buena comercialización del producto. De hecho, el público está volviendo a apreciar el producto artesanal.

 

Trabajadores agropecuarios.—Se trata en su mayoría de trabajadores autónomos que ejercen su profesión en explotaciones de tamaño reducido y realizan buena parte de las tareas agrícolas, o de personas que se encuadran en explotaciones derivadas, tales como granjas. Según datos que más adelante se recogen, hay en Francia, país donde existe una escuela de formación agraria, hasta 257 ciegos empleados en este sector.

ESTADISTICAS SOBRE EL EMPLEO DEL CIEGO EN EL MUNDO

Completemos esta visión sucinta de las profesiones viables para los ciegos con las cifras en que se ha materializado el esfuerzo por el empleo de los no videntes en algunos países, aunque con todas las limitaciones de unos datos recogidos, en su mayoría, por encuesta, lo que no evita, sino refleja, las diferencias de clasificación y nomenclatura de profesiones, introduciendo un elemento de equivocidad a tener en cuenta. Tampoco es homogéneo el concepto de ciego que se maneja en todas esas latitudes. No obstante, parece interesante reflejarlas como exponentes de la situación general del empleo del ciego en el mundo, según ramas de actividad:

Asistencia social y sanitaria.—Asistentes Sociales: Reino Unido, 168. Responsables de entidades para ciegos : número indeterminado. Fisioterapeutas: Francia, 600; URSS, 477; República Democrática Alemana, 420; Reino Unido, 260; República Federal Alemana, 260.

Administración y economía.—Ejecutivos del Gobierno: República Federal Alemana, 150; R.D.A, 33; URSS, 1200; Reino Unido, 153. Economistas: República Democrática Alemana, 5.

Juristas.—URSS, 130; Reino Unido, 72; R.D.A., 49; R.F.A., 50/1801.

Enseñanza. – Superior y universitaria: URSS, 276; R.D.A., 57; R.F.A., 50. Media y primaria: URSS, 1.135; Italia, 1.000; otros,200. Enseñanza de ciegos: Italia, 400; India, 200; España, 100; Francia, 75; Yugoslavia, 50; R.D.A., 19. Investigación: URSS, 235 matemáticos; R.D.A., 28 (Sociología, Historia y Filología). Literatura y Prensa: URSS, 14; Polonia, 9; Yugoslavia, 5. Bibliotecas: India, 10; Nueva Zelanda, 5; R.D.A., 2. Programadores: Reino Unido, 160; URSS, 120; R.D.A., 30; Polonia, 12.

Música. Instrumentistas: Francia, 60; Reino Unido, 132; R.D.A.,

56; India, 50; R.F.A., 40. Compositores y cantantes: URSS, 53; Polonia, 42. Directores de orquesta: India, 10.

Ministros de Religiones.—Reino Unido, 49; R.D.A., 20; R.F.A., 7. Taquígrafos y mecanógrafos. 2.500 (estimaciones globales).

Telefonistas. 6.000 (estimaciones globales).

Trabajadores de la industria. En empresas de régimen normal: URSS, 13.000; Reino Unido, 7.000. Empresas protegidas: URSS, 57.000; Reino Unido, 3.000.

Trabajadores agropecuarios.—Francia, 257.

(Fuente: Departamento de Relaciones Internacionales de la O.N.C.E.)