El futuro es de todos (inicios de 1986)
Por segunda vez, los afiliados ala O.N.C.E. somos convocados para la elección de los compañeros que han de asumir la responsabilidad de la dirección dela Entidaden los próximos cuatro años.
Constituye siempre un motivo de satisfacción para quienes confiamos sinceramente en los mecanismos democráticos, el que el cúmulo de esfuerzos desarrollados a lo largo de los últimos años, las diferentes posiciones mantenidas, las críticas vertidas, en fin, la vida dela O.N.C.E., se someta al juicio de los Afiliados. Es ésta una garantía y un horizonte saludable para todos: los que han desarrollado funciones de dirección en estos años y los que han participado, en los órganos, en las publicaciones… con sus críticas y con sus sugerencias.
Una cosa es cierta:la O.N.C.E. de 1.986 se parece poco a la de 1.982. Entre todos hemos conseguido hacer irreversible una forma de convivencia democrática avalada por los resultados de estos años. Qué duda cabe que factores externos e internos, en ocasiones ligados al propio ritmo que hemos querido imprimir a las transformaciones, han producido errores que es necesario corregir en el futuro. El propio crecimiento dela O.N.C.E. ha abierto interrogantes que debemos despejar en los próximos años. Es ésta una tarea apasionante que ninguno debe rehuir y que deberemos afrontar con la mayor cohesión posible, cualquiera que sean los resultados electorales.
Queremos, desde estas páginas, hacer un llamamiento a la participación de todos los afiliados en la consulta, a la discusión de los problemas más importantes que tiene planteadosla Organizaciónen las asambleas, en los debates y en todas las manifestaciones que comporta un proceso de elecciones; al compromiso en las diferentes listas para trabajar en los próximos años en representación de los afiliados en la proporción que éstos decidan, en fin, al ejercicio libre y responsable del voto que dé fuerza a nuestros representantes, sean del signo que fueren, para defender con energía y con inteligencia los intereses dela Organizacióny de sus afiliados. En las primeras elecciones celebradas enla O.N.C.E., en Enero de 1.982, el porcentaje de participación superó el 46% del censo de los convocados. Tenemos la esperanza de que las medidas adoptadas para contar con un censo más real y actualizado y, sobre todo, la experiencia de una etapa democrática, permitan superar ampliamente este porcentaje de participación e incorporar de forma significativa a los diversos sectores de Afiliados (pensionistas, Afiliados no ligados laboralmente ala O.N.C.E. …) cuyo vínculo y grado de participación en la vida dela Instituciónes necesario intensificar y normalizar.
Por último, hemos de hacer un llamamiento más para que este nuevo proceso electoral transcurra en términos de civilizada concurrencia de ideas y posiciones y para que los diferentes Organos dela Institucióncontribuyan a asegurar la pureza y la neutralidad en todas sus fases.
Tanto el Consejo General, como Organo de Gobierno en última instancia responsable del proceso, comola Dirección General, actuarán con la máxima energía y adoptarán cuantas medidas consideren necesarias para asegurar el cumplimiento de este objetivo que se recoge en el propio acuerdo de convocatoria de las elecciones y que dio origen a la constitución de una Comisión para garantizar la neutralidad de los Organos dela Organización. Independientementede los resultados que alcance cada una de las opciones que comparezcan, todos habremos ganado si somos capaces de que las elecciones se desarrollen en un clima de serenidad y de limpieza irrefutable, incluso para quienes puedan resultar menos favorecidos con el apoyo de los votantes. He ahí nuestro compromiso en interés dela O.N.C.E.
Fdo.: José María Arroyo Zarzosa Fdo.: Antonio Vicente Mosquete Director General Presidente del Consejo General